Pepe Mujica recibió el Honoris Causa de la UNSL: "Tendremos gobiernos mejores en la medida que seamos capaces de luchar por ser pueblos mejores, más comprometidos”
El ex presidente de Uruguay se hizo con el reconocimiento en una ceremonia que seguramente quedará grabada en la memoria de los asistentes. Reflexionó sobre la vida, le pidió a la juventud que “no baje los brazos” y que las autoridades vivan como vive su pueblo.
Este viernes por la tarde, en un emocionante acto, José “Pepe” Mujica recibió el Doctorado Honoris Causa de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL) frente a cientos de personas que fueron a verlo.
El Anfiteatro Ave Fénix de Juana Koslay se vio colmad casi en su totalidad. Familias enteras, trabajadores, jóvenes y estudiantes escucharon atentamente durante media hora la coherencia del ex presidente de Uruguay (2010-2015).
El evento comenzó con algunas intervenciones artísticas como la lectura de poemas por parte de Pablo Melto o las canciones folclóricas del grupo Algarroba.com. Luego de la lectura de algunos reconocimientos, el rector de la alta casa de estudios, Víctor Moriñigo le dedicó unas breves palabras.
Afirmó que la entrega es “por ser una gran persona, tenés un gran don de buena gente y seguramente serás el faro para la unión de toda la Argentina y de todo San Luis”.
Mujica, durante todo ese tiempo estuvo acompañado por su esposa Lucía Topolanky a pocos metros de él.
Fiel a su estilo, filosófico y antropológico, hizo hincapié en conceptos que fueron desde el valor de la vida, los desafíos de la juventud, cómo el sistema y las imposiciones culturales avanzan sobre las personas y el rol de los funcionarios públicos frente al pueblo.
Abrió con un agradecimiento “al pueblo de San Luis” y dejó su primera enseñanza al recordar a los puntanos que combatieron en el Ejército de Los Andes.
“Necesitamos mitos, banderas. Recordamos el pasado porque el presente nos divide y tiene que haber algo que nos ponga un manto para ser nosotros y acudimos al trampolín de la historia”, sostuvo.
Por otro lado, al evento también acudieron autoridades, personal y estudiantes de la UNSL, de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), representantes del Gobierno provincial y municipales, al igual que legisladores.
Así, Mujica señaló la importancia de apreciar el “valor de la vida” y que dejemos la actitud “compradora y pagadores de cuota”.
“Es más fácil cambiar una realidad material que una cultura, estos valores tácitos que, aunque no nos demos cuenta, nos gobiernan de la mañana a la noche y que son funcionales al sistema en el que vivimos”, manifestó.
Seguidamente se dirigió a la juventud: “Cometan los errores de su tiempo, no los nuestros porque tienen que aprender de nuestras derrotas, de nuestras cenizas, para seguir manteniendo la esperanza de un mundo mejor”.
Más allá de afirmar y ubicar a los valores y compromisos sociales por sobre lo material, puntualizó que no se debe confundir las necesidades básicas con “nunca tener límites en la cantidad de necesidades”.
“Tenés una casa chica y después querés una más grande, después vas a Miami y cuando te querés acordar sos un viejo arruinado que gastaste tu vida pagando cuentas y sacrificaste lo más hermoso”, indicó.
A medida que las palabras de Mujica fueron saliendo de su boca, la gente aplaudía. Cada concepto era rico. Ninguno desperdicio de saliva. Todos valiosos.
“No busco votos ni nada, hablo como un viejo rezongón que ha vivido y sabe que hay una juventud que quema la mejor etapa de su vida como quien quema un candelabro. Hay que intentar dejar el mundo un poquito mejor, menos egoísta, del que nacimos”, analizó.
De esta manera invitó a que los chicos “no se resignen a la carencia y a los desastres del mundo que nos toca vivir”. Calificó como central la lucha y la organización de todos ellos.
“El mundo será un poco mejor si hay gente que se organiza y lucha por uno. No va a caer la prosperidad regalada por los dioses, va a caer como consecuencia del esfuerzo consciente de los humanos cuando se juntan y tienen una empatía con la sociedad”, aseveró.
Ya en el último tramo de su alocución, habló de cómo la política se mezcla con “el amor a la riqueza” y que la imagen que refleja “es consecuencia de la cultura contemporánea”.
“Cuando entrevelamos la política con el amor a la riqueza la cagamos. A los que les guste mucho la guita que vayan a la industria, al comercio, al trabajo, que les vaya bien y paguen impuestos. Pero no entrevelemos una cosa con la otra. Tenemos que apostar hacia el futuro. A repúblicas verdaderamente republicanas, donde nadie es más que nadie y que el grueso que representan la lucha política y las ideas viva como vive la mayoría de su pueblo y no como la minoría privilegiada. Lo que más vale es el cariño, la confianza y el respeto de la gente”, dijo sin vueltas.
Y añadió: “Si la política fracasa ¿qué horizonte tenemos como sociedad? El fracaso de la política es el de la humanidad”.
“Hay que tomar partido y saber de entrada que los humanos nos equivocamos y que erramos. Tendremos gobiernos mejores en la medida que seamos capaces de luchar por ser pueblos mejores, más comprometidos”, dijo.
Y cerró con un último consejo: “Triunfar en la vida es levantarse y volver a empezar y decir arriba y vamos con la vida”.